Estás en la cama cansado, intentando dormir, pero te cuesta mucho conciliar el sueño, no paras de darle vueltas a la cabeza. Intentas dormirme pero cuanto más lo piensas, más te cuesta. Seguro te resulta familiar esta situación. Tranquilo, no eres el único y hoy te traigo algunos consejos que te ayudarán a evitar esta situación.

La dificultad para conciliar el sueño puede ser causada por varios factores, pero desde mi punto de vista, el principal, es la incertidumbre en alguna situación concreta, que se acentúa cuando, después de un día intenso, conseguimos parar. Mantenemos nuestra cabeza ocupada durante el día y, cuando conseguimos parar un rato, momento que normalmente coincide de acostarnos, en nuestra mente afloran esos pensamientos y comienza un proceso de ordenación dentro del cerebro. En cuanto llega a los puntos que no tenemos bien cerrados, el cerebro comienza a analizar distintas opciones, plantearse distintos escenarios sobre qué ocurrirá, todo ello sin estar aún en la fase del sueño, básicamente comenzamos a «darle vueltas a la cabeza» y eso nos impide conciliar el sueño a la hora de acostarnos.

El mejor remedio para este problema es muy sencillo: limitar los puntos de incertidumbre con una buena planificación y acostarse con los deberes hechos. Para ello, te recomiendo que, unos 30 minutos antes de acostarte, te sientes en un lugar cómodo y tranquilo, tomes una libreta y un bolígrafo (mucho mejor en papel que en el ordenador o móvil ya que escribir a mano ayuda a la mente) y comiences a planificar el día siguiente, acompañado de los objetivos semanales y mensuales que tienes.

Deja preparada tu mochila o bolso con todo lo que debes llevar el día siguiente, deja preparada y organizada la comida, recuerda que una buena alimentación es clave para sentirnos bien, pero si no planificamos nuestras comidas, acabaremos improvisando y comiendo mal.

Presta especial atención los fines de semana para preparar la siguiente semana en cuanto a objetivos o, incluso, si tienes un plan de alimentación establecido, poder preparar algunos de los platos y reponer la despensa con los alimentos necesarios.

Realiza meditación antes de acostarte, con tan sólo 5-10 minutos es suficiente. Te ayudará a calmarte antes de acostarte y, así, dormir mucho mejor.

Si ponemos en nuestra mente todas las piezas en orden ants de acostarnos, nuestra mente tendrá mucho menos trabajo «racional» que hacer y, por tanto, nos permitirá desconectar en el momento de acostarnos y, así, conciliar un buen sueño y aprovechar al máximo las horas que estamos descansado.

¡Qué descanses bien!

¿Tienes algún otro truco para conciliar el sueño? Te invito a compartirlo, seguro será de gran utilidad