Cuando se crea una startup, uno de los temas más sensibles (y muchas veces conflictivos) es cómo repartir las acciones entre los fundadores y colaboradores iniciales. Especialmente cuando hay incertidumbre sobre el futuro compromiso de alguno de ellos.
Es habitual que, en la fase de idea o validación, uno de los socios tenga dudas sobre la implicación futura del otro. ¿Cómo repartir entonces de forma justa? ¿Y si uno trabaja mucho más que el otro? ¿O si uno aporta dinero y el otro solo tiempo?
Aquí es donde entra el modelo Slicing Pie, un enfoque que busca repartir la empresa según lo que cada uno realmente pone en ella.
Slicing Pie es un modelo dinámico de reparto de acciones propuesto por Mike Moyer. A diferencia del modelo estático tradicional (por ejemplo, 50/50 al principio), este modelo asigna el equity de forma proporcional al valor real aportado por cada persona.
🧠 Es como decir: “Tu parte del pastel será proporcional a lo que tú hayas puesto para hacerlo”.
Cada contribución al proyecto se traduce en lo que Moyer llama "slices" (rebanadas del pastel). Algunos ejemplos de aportaciones:
💰 Dinero invertido
⏱️ Horas de trabajo
📱 Activos aportados (como equipos, software, dominios…)
🌐 Relaciones clave o acceso al mercado
📣 Marketing, visibilidad, marca personal
Cada tipo de aportación tiene un multiplicador para representar su valor relativo.
Por ejemplo:
Horas de trabajo: 1 hora de un perfil técnico se valora a 50 €/h = 50 slices.
Dinero en efectivo: 1 € = 2 slices (se multiplica por 2 porque el dinero es más valioso que el tiempo, ya que se pierde en caso de fallo).
Aportar un portátil de 1.000 € = 1.000 slices.
Si uno tiene 5.000 y otro 2.000, el reparto del equity sería:
Socio 1: 5.000 / 7.000 = 71.4%
Socio 2: 2.000 / 7.000 = 28.6%
Esto es lo clave: el reparto no es fijo. Se actualiza cada vez que alguien aporta más. Así se ajusta continuamente al esfuerzo real.
Aquí entra el concepto del "bad leaver" vs "good leaver":
Si una persona se va por una buena razón (salud, familia, fuerza mayor), puede conservar parte proporcional.
Si se va porque pierde interés o porque no está cumpliendo, pierde sus slices no consolidados.
Esto protege al proyecto y a los socios comprometidos.
Sí. El método no sustituye un acuerdo legal. Es muy recomendable:
Hacer un contrato de socios que refleje este modelo.
Definir bien qué multiplica cada tipo de aportación.
Establecer qué se considera una “salida válida” o no válida.
Incluso se puede usar una herramienta comoCake Equity oCapshare para gestionar todo automáticamente.
Este enfoque es ideal cuando:
El proyecto está en fase de idea o validación, sin inversión externa aún.
Los fundadores no tienen claras aún las aportaciones futuras.
Se busca un acuerdo justo, flexible y que motive a todos.
Hay riesgo de abandono temprano de algún socio.
✅ Reparte el equity según valor real aportado.✅ Fomenta el compromiso y la transparencia.✅ Evita injusticias si alguien trabaja más que otro.✅ Protege a los fundadores comprometidos si alguien se desvincula.
Requiere registro y transparencia de todas las aportaciones.
Necesita acuerdos claros sobre valoraciones y multiplicadores.
No es un modelo finalista: cuando se consigue inversión, se suele convertir en equity definitivo según los slices acumulados.
El modelo Slicing Pie es una de las mejores soluciones para startups en fase temprana que buscan un reparto justo, dinámico y protector del esfuerzo real.
En lugar de repartir el pastel desde el principio sin saber quién va a poner qué, se empieza con el compromiso de repartirlo cuando se sepa cuánto ha aportado cada uno.
🍰 Porque en una startup, repartir el pastel sin saber quién lo horneará, es una receta para el conflicto.
Aunque Slicing Pie es probablemente el método más completo y transparente, hay otras alternativas con enfoque realista y aplicabilidad práctica según el contexto de la startup.
Una de las más conocidas. No se basa en las aportaciones en tiempo real, como Slicing Pie, pero protege al proyecto de abandonos tempranos.
Se acuerda un reparto inicial (por ejemplo, 50/50).
Las acciones se otorgan progresivamente durante 4 años, por ejemplo.
Hay un cliff (normalmente de 12 meses): si un socio se va antes del año, no se lleva nada.
Si sigue, empieza a "consolidar" acciones mes a mes.
📌 Ideal si hay confianza mutua y roles bien definidos, pero se quiere evitar que alguien se lleve acciones sin implicarse a largo plazo.
Una herramienta práctica y sencilla basada en factores ponderados:
¿Quién tuvo la idea?
¿Quién trabaja a tiempo completo?
¿Quién pone el dinero?
¿Quién asume el mayor riesgo?
Se responde a una serie de preguntas, y se genera una propuesta numérica de equity ajustada a las circunstancias reales.
🔗 Herramienta gratuita aquí:https://foundrs.com
📌 Útil para tener una conversación inicial honesta con datos sobre la mesa.
Un modelo intermedio:
Se parte de un reparto provisional (por ejemplo, 40/60).
Se revisa y ajusta a los 3, 6 y 12 meses en función de la implicación real.
Se acuerda qué tipo de contribuciones suman puntos o valor (horas, contactos, hitos…).
Cuando entra inversión externa, se consolida el equity definitivo.
📌 Muy útil cuando uno de los socios aún está dudando o no está comprometido al 100%, como en el caso que mencionabas.
Si hay alguien que ha aportado al proyecto pero no va a seguir, puede dársele una especie de “premio futuro” sin participación real en la empresa:
Un % de los beneficios futuros.
Un bonus al momento de una venta.
Un reconocimiento proporcional a su aportación inicial.
📌 Interesante si un perfil fue clave al principio, pero no se quiere que tenga poder a largo plazo.
Modelo | Ideal para... |
Slicing Pie | Startups sin inversión, con aportaciones variables y compromiso desigual. |
Vesting | Cofundadores full-time, con reparto inicial claro y protección ante salidas. |
Founder Calculator | Ponderar de forma sencilla con lógica y sin cálculos continuos. |
Graded Slicing | Validación rápida con compromiso a revisar y ajustar. |
Phantom equity | Aportaciones puntuales sin permanencia en el equipo. |